Foto: Cuarzos amatistas (archivo personal)
Advertencia a tu modelo del mundo: en este artículo se tratan diversos temas como esoterismo, espiritualidad, magia, divulgación extraterrestre, geometría sagrada, entre otros, con un punto de vista totalmente subjetivo desde mi opinión y actual estado de consciencia. No sigue el modelo científico ni rigurosidad académica o bibliográfica, tampoco una doctrina religiosa. Aunque es una reflexión y opinión personal, espero aportar algo a quien esté en un proceso de despertar.
Cuando hablamos de la consciencia podemos verla desde diferentes niveles.
El nivel biológico-perceptual.
Por lo general cuando hablamos de consciencia la generalizamos a lo que tiene que ver con el conocer, y muy específicamente a lo que vemos. Esto está relacionado con la luz y los ojos.
Pero la consciencia no se limita a esto: porque a nivel de percepción, tenemos los 5 sentidos, y el acto de conocer lo podemos realizar a través de cada uno de estos. Viajar lo sintetiza y ejemplifica a través de las comidas, los olores, las sensaciones de cada lugar, la música, la gente y su lenguaje, es decir las experiencias. Se sobreentienden que los ojos son las herramientas corporales para captar la luz, pero se plantea también la pineal y la pituitaria como órganos relacionados con la luz en diferentes rangos de frecuencias. De hecho, la piel también es sensible a la luz.
Cuando visité una mina de amatistas, (mineral relacionado simbólicamente con la luz y la consciencia) una de las cosas que me sorprendió es como estas se forman como huevos en la tierra (geodas), en cuyo interior están estos cristales. La amatista es un cuarzo violeta, es color manifestándose en la oscuridad.
Partimos del supuesto que todos perciben como percibimos nosotros, y resulta que hay quienes perciben cosas que ni nos imaginamos, pero no hablan de estas. Es abrir la posibilidad que existen realidades mas allá de lo actualmente perceptible. O por lo menos lo que nosotros percibimos.
También muy poéticamente podemos decir que los ojos de la naturaleza son las flores.
A nivel de entendimiento, podemos ver la consciencia y el despertar como el círculo que separa lo conocido y lo desconocido. También lo representamos como mapas del mundo, o también como la cosmovisión, o la forma de darle orden a nuestra realidad (la visión del orden) Al tener nueva información y datos modificamos y ampliamos nuestros mapas mentales. En estos representamos nuestro mundo, la sociedad, y los paradigmas, como los 4 que menciona JL Parise que son la economía, la religión, la política y la ciencia.
Espectros y rangos de vibración.
Corrientes de divulgación como la Pleyadiana-Taygeta-swaru, hacen referencia a las frecuencias, al ascenso 3D-4D-5D, y al saboteo perceptual por la matrix. Lo menciono porque cada vez se habla mas de frecuencias, y se omite esta fuente que es pública y abierta.
Diferencias, distinciones y definiciones. Una doctrina esotérica establece diferencias entre la consciencia, la esencia, el alma y el espíritu. Así mismo, el sistema cuerpo, psiquis y mente se toma como un todo integral. Otra, plantea la consciencia como embotellada por el ego, el cual hay que comprender para liberarla. ¿Cuál es la diferencia entre la mente y la consciencia? ¿Qué es la consciencia? ¿Qué no es?
La consciencia, el dolor y el sufrimiento.
Como seres sensibles y perceptuales tenemos rangos que van desde el placer hasta el dolor, la felicidad y el sufrimiento. El tiempo lo percibimos rápido cuando experimentamos placer y felicidad. Pasa lento cuando experimentamos dolor y sufrimiento.
Aquí llegamos a la empatía. No solo es hacernos conscientes del dolor propio sino entender que otros experimentan dolor, y también felicidad y alegría.
Uno de los paradigmas actuales de transformación cultural y de consciencia colectiva, está en que vamos reconociendo la consciencia no por la forma de expresar lenguaje y desarrollar tecnología, sino por el simple hecho de estar relacionada con la capacidad de sufrimiento al experimentar dolor. Esto ha hecho que empecemos a ver los animales como seres que experimentan sufrimiento, y esto repercute en la forma que nos alimentamos.
Consciente e inconsciente.
Modelos psicológicos lo plantean como aquello que sabemos, lo que no sabemos, lo que recordamos y lo que no. Lo que conocemos y lo que no. La metáfora del iceber lo ejemplifica, el inconsciente aunque oculto bajo el agua, es el que sostiene lo consciente. Así mismo, la superficie de un lago es el consciente iluminado, y el inconsciente el agua bajo la superficie. En esta metáfora no es blanco y negro, es claridad/oscuridad progresiva y gradual entre superficie y profundidad.
Los modelos del mundo.
El modelo del mundo de cada persona está estructurado en gran parte por su sistema de creencias. No solo religiosas, creencias desde lo cotidiano a lo trascendental. Las creencias dan forma a nuestra realidad. Y eso en lo que no creemos tiende a no verse. Como que el filtro de creencias tiende a manifestar o darle sentido adecuado a lo que se percibe.
Identificación, representación y el recuerdo de si.
Nos valemos de mecanismos de supervivencia, entre estos comunicarnos y a qué le prestamos atención. Modelar es una habilidad instintiva de aprendizaje. Está en los genes. Nadie le enseña a un niño a modelar, simplemente imita. En ese proceso de modelar y observar lo de afuera, sumado a la capacidad de la mente de proyectar y representar holográficamente, ocurre el olvido de sí. Igualamos la representación, nos representamos en el otro, esto lo explica la psicoeducación y el principio de representación diferenciada. Alguien lo explicaba como lo que ocurre al apagar un videojuego, ya no nos identificamos con el personaje, queda la imagen, el reflejo de quienes somos en a pantalla negra. Recuerdo de sí es una herramienta del despertar. Aquí también entra un dilema tecnológico con la Inteligencia Artificial I.A. y es la capacidad de tomar consciencia de si.
Así que cuando hablamos del despertar tenemos varios puntos:
Está limitado por la percepción corporal. Se da de acuerdo al estado de los sentidos y a su nivel de experiencia y entrenamiento. No es lo mismo un sumiller experto en catar vinos con su sistema gustativo-olfativo, educado y especializado, a alguien que no lo sea. Podemos refinar, desarrollar y educar los sentidos.
Al final lo que cuenta es el estado actual, los aprendizajes y las capacidades. Recapitula las experiencias, haz contraste del antes y el después.
Considero que todos tenemos algún nivel de despertar y anhelamos avanzar y ampliarlo. No son caminos comparativos, y si es un proceso y un estado.
Un gran reto es estar presente, vivir el momento, sacarle jugo a la cotidianidad.
1 comentario:
Intéressante la contextualizacion que hace de los Estados de conciencia.
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